El Arte del Pinot Noir

Durante más de doscientos veranos, Veuve Clicquot ha cultivado "El Arte del Pinot Noir" siguiendo la visión de Madame Clicquot. Esta variedad de uva, delicada y fascinante, posee una extraordinaria capacidad de expresar la complejidad del terroir de la Champagne, capturando la singularidad de añadas excepcionales. Así se ha convertido en nuestra firma.

La Visión de Madame Clicquot

Ignorando la sabiduría convencional, Madame Clicquot reconoció el potencial único del Pinot Noir. De hecho, lo convirtió en el corazón palpitante de la identidad enológica de Veuve Clicquot, adquiriendo diez de las doce parcelas icónicas de la Maison. Esta audaz elección sigue dando forma al alma de nuestras cuvées. Estas parcelas históricas se encuentran principalmente en la Montaña de Reims, la cuna del mejor Pinot Noir de Champagne.

Veuve Clicquot' Pinot Noir Vineyards with Yellow Background
La interpretación más auténtica del Champagne nace de su terroir.

Expresando todo su potencial en un clima norteño, esta frágil pero poderosa variedad de uva se beneficia de los suelos fríos y calcáreos de la región, donde extrae su delicadeza y estructura. Increíblemente versátil, el Pinot Noir interpreta el terroir con sutileza, reflejando sus matices para revelar una gran complejidad.

El cultivo del Pinot Noir es exigente y preciso, y la uva misma exige un largo y riguroso proceso de vinificación. El Pinot Noir se revela gradualmente, convirtiendo a La Grande Dame en abanderada de la virtud de la paciencia.

La cuvée La Grande Dame es la máxima expresión del Arte del Pinot Noir.
La Grande Dame

En 1972, con motivo del bicentenario, la Maison presentó la primera añada de La Grande Dame, una cuvée de prestigio para celebrar la determinación y la audacia de aquella mujer inspiradora conocida como 'La Grande Dame de la Champagne'.

A partir de la añada 2008, la Maison dio el audaz paso de integrar el 90% de Pinot Noir en la mezcla de la cuvée de prestigio. Reflejando la insistencia de Madame Clicquot en la excelencia, el trabajo del Maestro de Bodega perpetúa este enfoque, afinando el equilibrio y la tensión entre los Pinot Noirs seleccionados para lograr la firma enológica única de La Grande Dame: elegancia y precisión. El 10% de Chardonnay completa la mezcla, añadiendo textura y complejidad, proporcionando un carácter equilibrado, más salino y finamente elaborado.

La Grande Dame es más que un buen vino. Destaca donde menos te lo esperas y nunca deja de sorprender.