1996 es un año atípico en champagne, marcado por la alternancia entre frío y calor, sequedad y humedad. En efecto, tras un comienzo de año suave y soleado, el cielo gris y las temperaturas glaciales reinaron en los viñedos de la Campaña francesa. Las heladas primaverales golpearon la región en marzo y mayo pero, una vez más, nuestras parcelas se libraron. Al contrario, la insolación batió récords en abril, mes durante el cual algunos días las temperaturas alcanzaron los 26 °C.